martes, 23 de marzo de 2010

La Carroza negra de Bush, de Federico Campbell Peña

El pasado sábado 20 estuve en un evento dedicado a la memoria de Carlos Montemayor, para lo cual presenté una semblanza, misma que me movió a algunas reflexiones acerca de las cuales no profundizaré ahora, pero cuando uno se entera del espectro de conocimientos abarcados por un hombre, se llega a una serie de preguntas que en todo momento van sorprendiendo nuestro entendimiento del tiempo; si Montemayor tuvo en una vida de no más allá de los 64 años, un actuar en más de un campo sobresaliendo en cada uno de ellos, entonces, uno sabría que este hombre, por su universalidad requería varios lenguajes y por ende vehículos de expresión distintos en tiempos paralelos, prueba de ello es la simultaneidad con la que produciría libros de narrativa y de poesía, pero también sus notables artículos y columnas para los medios impresos y electrónicos de los que fue colaborador.

Dueño de un espíritu enciclopédico, era a un tiempo traductor, investigador y divulgador de las lenguas originarias de México: pareciera que se trata de un hombre preocupado por el oscurantismo que se vive en el México neoliberal, una suerte de renacentista de principios del siglo XXI. Habida cuenta su obra, es posible trazar un mapa de sus intereses abarcando un espectro considerablemente amplio del pensamiento humano.

En el evento se presentó el libro La Carroza Negra de Bush, de Federico Campbell Peña, la segunda edición, a propósito de este libro, amablemente el Doctor Víctor M. Corona me hizo llegar un extracto de sus comentarios motivados por el libro, que trata de la presencia de los soldados de origen mexicano en el frente norteamericano en las guerras de Irak y de Afganistan. El objeto de este post es dejar el comentario del Doctor Corona, algunas fotos del evento y un poema de José Eugenio Sánchez que tiene que ver con ello.

Doy paso al texto del Doctor Corona:

Presentación del libro La carroza negra de Bush. De Federico Campbell Peña, que refiere los testimonios de familiares de los soldados mexicanos muertos en Irak y Afganistán en una guerra que no es la suya engañados con la prome
Color del textosa de una beca y reconocimiento de su status migratorio. Los Objetores de Conciencia que oficialmente fueron considerados desertores y enjuiciados están despertando a la conciencia.
Una investigación periodística sistemática a partir de fuentes de la información vertida en varios medios de comunicación.

Comentar un texto denuncia que busca despertar la conciencia de los mexicanos y del mundo en general, es algo extraordinario ya que comúnmente vemos esto como tragedias lejanas y ajenas a nosotros. Pero cuando damos lectura al texto vemos que mexicanos y en especial zacatecanos participan en este engaño... estamos obligados denunciar y exigir el respeto de los derechos humanos... en cualquier país.

El mayor violador de los derechos humanos que emite juicios hacia otros países pero hace oídos sordos a las que el mismo comete
.
En aras de la libertad de los pueblos ocultando así los mezquinos intereses económicos de sus capitalistas.

Estos objetores de conciencia que para el capital son servidores o trabajadores que sin importar su estatus migratorio son solo el medio por el cual la estrategia del departamento de defensa estados unidos fuera de su territorio cumplen el papel de avasalladores de los pueblos.

Zacatecas en los últimos 40 años a perdido población cercana al millón, ya casi todos los municipios presentan saldo neto migratorio negativo. Es decir no crecen. En el mundo suman ya 214 millones de migrantes y tan solo en los estados unidos se encuentra poco más de 38 millones.

El sargento de la Infantería de Marina, Christopher Olivares, reclutador en Los Ángeles, manifestó a la agencia británica de noticias
Reuters que una de las razones por la que los jóvenes mexicanos que viven legalmente y de manera ilegal en Estados Unidos se enrolan en el Ejército, es por las oportunidades de progreso.
"Los marines me han dado a mí oportunidades que nunca habría tenido en otro sitio. A los 26 años, he comprado dos casas, he estado en 16 países diferentes y he podido asistir a la universidad", declaró Olivares, hijo de emigrantes mexicanos.

Se decía que para el año 2007 en tales guerras ya habían muerto cerca de 400
hispanos.
Según el Departamento de Defensa, los latinos son el grupo étnico que ha recibido más medallas Corazón Púrpura, la máxima condecoración de las Fuerzas Armadas norteamericanas.

Ya desde la Segunda Guerra Mundial, medio millón de hispanos estuvieron en el frente, más de nueve mil murieron
.
José A Garibay, Natividad, Jesús Alberto Suárez, Erick Maravilla Hernández, Fernando, todos ellos que pensaron en un primer momento en el progreso que les generaría el participar como soldados jamás pensaron en la desgracia que caerían por las atrocidades a que son obligados a cometer
.
En el santuario de plateros como tantos en el país es común ver una gran cantidad de retablos con la fotografía del militar en los que se pide que regrese con vida que están en la guerra y también por los que lograron regresar con vida o heridos y esperan pronta recuperación.

Guadalupe D. herido en combate fue uno de los pocos soldados nacionalizado en vida, cambiando así su estatus migratorio.

El mexicano Everett Álvarez fue el primer prisionero de guerra. Pasó más de ocho años en manos de los vietnamitas, por lo que ha sido el prisionero de guerra detenido más tiempo en toda la historia militar de Estados.

Las bajas que se dan bajo fuego amigo son muestra del desorden que prevalece en las fuerzas armadas norteamericanas en las que solo dicen
"Sentimos Mucho la Muerte de su Hijo."
La utilización de nueva tecnología como las bombas de racimo, de fosforo blanco que son igual o más letales.

El sufrimiento de desencanto que les queda a los padres, hermanos hermanas, esposas, esposos, de los soldados muertos o afectados psicológicamente queda en el olvido mientras que los promotores de las guerras desde el ex presidente y ex secretarios de estado viven en a más completa impunidad.

Víctor M. Corona Loera



Balada de las últimas bombas

José Eugenio Sánchez

ron es un viejo actor del blanco y negro

que hacía dinero con cualquiera vendiendo entrevistas y pistolas

mientras

en el mundo caían varias bombas

george por su parte

es un ranchero petrolero que montaba una gran troka con un longhorn en el frente

junto a su mujer que masticaba una mazorca y escupía los pellejitos por la ventanilla

y en el mundo caían más bombas

bill en cambio

fumaba mariguana y le encantaba que sus amigas se la mamaran

no por eso dejaban de caer más y más bombas

pero era diferente a la época de georgy —el hijo de george—

que buscaba afanosamente el cariño de su padre

entre las bombas que caían sobre el mundo

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(...)

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And we can’t build our dreams
On suspicious minds

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Apócrifo en sentido estricto: "textos no recogidos en la lista de las Escrituras". Eso es lo que escribo.

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